Este 18 de abril ha de iniciarse un relevo histórico en la dirigencia de Cuba. Por primera vez desde 1976, una persona que no ostenta el apellido Castro pasaría a ocupar la Presidencia del país.
Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente del Consejo de Estado y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), es el hombre al que analistas y prensa señalan como más probable sucesor, pero el Gobierno no ha dado ninguna certeza al respecto.
¿Cómo se plantea dicha sucesión? Desde este miércoles, los 605 diputados «electos» en marzo pasado, al cabo de un proceso bajo estricto control del régimen, se reunirán con el fin de dejar constituida la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El momento clave de la sesión será la elección del Consejo de Estado, el máximo órgano representativo del Estado cubano. Según el artículo 126 de la Ley Electoral, una vez constituida la Asamblea Nacional, ésta procederá a designar, de entre los diputados, una comisión encargada de elaborar las candidaturas para la dirección del Parlamento (presidente, vicepresidente y secretario) y el Consejo de Estado, cuyos integrantes son también seleccionados entre los parlamentarios.
Las candidaturas han de ser aprobadas por los diputados. Realizado este trámite, quedarán designados el presidente, el primer vicepresidente, los cinco vicepresidentes, el secretario y los otros 23 miembros de esta entidad.
Siguiendo el Artículo 93 de la Constitución, el presidente del Consejo de Estado encabeza a la vez el Consejo de Ministros, el máximo órgano ejecutivo y administrativo del país y que, por lo tanto, constituye el Gobierno de la República. Así, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros funge como jefe de Estado y de Gobierno.
Ahora bien, aunque la Presidencia asuma la representación del Estado, mediante la dirección del Consejo de Estado, no constituye la función suprema del poder en Cuba. Según reza el Artículo 5 de la Constitución, el Partido Comunista es la «fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado».
Si efectivamente Miguel Díaz-Canel, o bien otro miembro de la élite, asume la dirección del Consejo de Estado y, por lo tanto, de la nación, se abrirá un periodo en que la principal incógnita será la magnitud real de su poder. ¿Hombre de paja o verdadero mandatario?
Con información de DC