¡Al saco!
A los cubanos, no sé por qué no les gusta botar nada…y si vas a la casa de uno te darás cuenta de lo cierta que es esta afirmación tan rotunda: arriba del escaparate los cachivaches más variados…al punto que a veces se hunde. ¿En el baño, ni hablar! Todos los pomos de champu, crema o perfume están apretando al cepillo de dientes…y es que como se ven taaaan bonitos mira como que les da lástima botarlos y los dejan de adorno.
Tranquilo que no he terminado el tour por la casa: en la cocina si se rompe el record: ahí están los pomos de refresco vacíos para echar agua, los potes de cristal para echar azúcar, café…chocolate y no hablar de las vasijas plásticas que sirven para calentar comidita en el microondas. En fin, que están todos estos desechos que quizás en el hogar de otros latinos estuvieran en los potes de reciclaje y que acá se reciclan a la cubana.
Hay un refrán que dice que la necesidad obliga, y quizás es por eso que a los cubanos no les gusta botar nada y es algo que ya nos viene muy arraigado porque las dificultades no fueron pocas, aunque los de mi generación sólo recuerden las de Período Especial, que por lo que se aún no hemos salido del.
Con las chapas de las latas de cervezas se hacen unas bolsas tejidas, con los pomos de desodorante encendedores o bastones para la gimnasia del Circulo de abuelos, y de lo más chulos que se ven porque se combinan los colores, de las medias rotas salen flores al igual que de los nailon de botar la basura, con las paletas de helados portarretratos y unos que se han perdido pero que en los 90’s causaron furor los discos de adorno en las paredes, las placas se volvieron mariposas de colores para el refrigerador y las cortinas con las cintas de los casetes (yo hice una en la universidad y la verdad es que cuando soplaba el viento eran muy musicales).
En fin, no hagas tanto arte, ¡aunque se comercialice bien y echa la basura al saco! Green peace se lo agradecerá.
Por: Orietta Dominguez González