Muchos hemos sido esclavos de ese extraño sentimiento que es la añoranza por nuestra tierra, la más bella que ojos humanos han visto. A más de uno nos ha tocado permanecer atado por algún tiempo a esa cadena, más si nos encontramos en parajes extraños de la geografía mundial.
No somos pocos, los que hemos pasado noches de desvelo con aquella opresión en la garganta que no te mata, pero que no te suelta. Otros aún no saben la sensación que deja partir de tu hogar y ver como poco a poco se van poniendo pequeñas las palmeras cubanas, el caimán se convierte en lagarto y luego desaparece con forma de punto en el infinito. No es fácil.
Cuando sales de Cuba, te vas en busca de un objetivo, cumplir metas trazadas, reencontrarte con familiares, amigos, amores, trabajo. Pero nunca sales por gusto, siempre hay algo que te está impulsando a irte de tu medio. Por la causa que sea, la nostalgia te agobia.
Hay quienes se adaptan en poco tiempo a su nuevo hábitat, al clima, a los autos y todo lo demás (que no estaría mal tener en nuestro terruño también). A veces se borran memorias. Sin embargo, para otros, no hay más opciones y es la única salida. Señoras y señores: ¡Cuba se extraña!
No muchos olvidan las incontables fiestas, los ambientes sabrosos, la gozadera, el ron cubano, la música estridente ya sea los Van Van, Buena Fe o Yomil y el Dany. Y es que lo hacemos también en otras latitudes como forma de añoranza, sin importar si al resto le gusta o no.
¿Quién no extraña el bigote de Serrano y lo estremecedor de oír de su propia boca: Nota Informativa?
La nostalgia nos atrapa, tienes que mantener la mente ocupada el día entero o al menos mientras estés despierto, porque si le echas cráneo a eso, te “fundes”, como decimos en la Isla.
Vivimos alguna vez en un país donde si ibas a hacer una fiesta no tenías que pasar invitación a nadie, la gente va llegando sin credenciales. Lo mejor del caso es que entra todo el mundo, el que lleva una botella para seguir la rumba y el que solo lleva la boca para tomársela; pero nadie queda fuera, todos pasan, beben, comen y se divierten y esto también se extraña.