Hoy día, cuando constantemente por diferentes espacios televisivos se conversa sobre fútbol internacional, Todo Cuba Online piensa en los miles de niños, jóvenes y adultos seguidores de este deporte en Cuba.
En cualquier calle, los cubanos crean sus propios terrenos y torneos, patean el balón con denuedo como Messi, Cristiano, Ronaldiño o Maradona, sus principales ídolos.
Ahora bien, en la Isla existe una serie de reglas para jugar el fútbol. A continuación las compartimos con todos nuestros lectores.
No hay árbitros, por lo que llueven las discusiones para decidir una jugada o falta. Los gorditos siempre serán los porteros, pues ocupan mayor espacio en la portería y como delanteros no serían muy efectivos al correr más lento.
El balón siempre tiene un dueño, si este se “encabrona” o no le conviene cómo va jugando su equipo, se “jodió” el partido cuando decide llevarse su pelota.
No existe el outside, los delanteros pueden conversar tranquilamente con el gordito que está de portero y esperar el momento para anotar el gol.
Asimismo, los dos mejores jugadores jamás estarán en el mismo equipo. Actúan como capitanes y escogen a sus compañeros antes de comenzar el partido. Muchas veces los equipos no cambian sus miembros, los mismos para cualquier competencia.
Por otro lado, los que no juegan tan bien se quedan como defensas. La portería se delimita con dos piedras cuya distancia entre ellas es medida con precisión. Habrá que estar al tanto, pues los porteros suelen reducir la distancia con disimulo.
Si hubiese que cobrar un penal, el gordito “se va del parque” y ponen al mejor jugador en la portería. La victoria definitiva no es “cosa de juego”.
Así se juega fútbol en las calles, barrios y llanos de Cuba, donde los criollos con maestría conectan los mejores goles de sus vidas.