miércoles, abril 17, 2024
21.8 C
Havana

¿Serán efectivas las vacunas cubanas contra el coronavirus?

Comparte

En el mes de marzo, Cuba, inició la inoculación con dos de sus candidatos vacunales, en personal de salud y grupos de riesgo en algunas provincias y desde mediados de mayo, la operación llamada «intervención sanitaria» previendo vacunar de forma masiva a la población.

Aunque la mayor de Las Antillas ha sido uno de los últimos en comenzar la vacunación contra el COVID-19 a su población, es el único país que lo hace con vacunas en fase de prueba y no reguladas por ningún mecanismo ni organización externo a su gobierno.

«Son la Soberana 02 y la Abdala. Vamos por las casas primero para preguntar quién se la quiere poner. Es un proceso voluntario en el que se firma un consentimiento. Comenzamos con el personal de salud y luego vamos siguiendo con poblaciones de riesgo», reveló María Estrada vía telefónica a BBC Mundo, una enfermera que labora hace más de 30 años en un policlínico de Cuba, y que reconoce nunca haber puesto tantas vacunas en toda su vida como en los últimos tiempos.

Sin embargo, expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otros profesionales del sector advierten que el uso masivo de vacunas experimentales contra el COVID-19 es “arriesgada”. En un reportaje de la mencionada cadena, BBCMundo, una serie de especialistas opinan que, aunque Cuba, está en su derecho de producir sus propias vacunas, comenzar a aplicarlas sin cumplir con los estándares internacionales es, cuando menos, “arriesgado”.

Medios oficiales de la isla, informaron que, hasta el pasado viernes, más de 1 millón de cubanos (casi el 10% de la población) habían recibido al menos una dosis (de tres) de dichos candidatos vacunales.

Cuba, por motivos que no han sido divulgados, decidió no participar del mecanismo Covax (que busca llevar las vacunas aprobadas internacionalmente a naciones más pobres) ni negociar con aliados políticos como Rusia y China, siendo uno de los últimos países de la región en comenzar a inocular a su población contra la covid-19, y si, el primero en América Latina en utilizar una dosis producida a nivel nacional contra el coronavirus.

Los candidatos vacunales cubanos Soberana 02 y Abdala, producidas por el Instituto Finlay y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, respectivamente no cuentan ni con una «autorización de emergencia» ni se conocen datos de su efectividad ni resultados de la última fase de sus estudios clínicos. Tampoco ha recibido autorización de la OMS/OPS.

Un comunicado de la organización enviado a BBC Mundo por las autoridades cubanas expresa: «La OPS está al tanto de la decisión del Ministerio de Salud Pública de usar los candidatos vacunales en fase III de investigación, Soberana 02 y Abdala, para su uso en territorios y personas con mayor riesgo de infección por covid-19».

«Esta es una decisión soberana del gobierno de Cuba. La OPS no participa en esas acciones y solo recomienda utilizar vacunas cuando se hayan finalizado las tres fases de pruebas clínicas y las vacunas son aprobadas por una agencia reguladora o incluidas por la OMS en su listado para uso de emergencia«, amplia.

La decisión de vacunar por lo menos al 70 % de la población cubana hasta agosto, según informó el ministro de salud pública de Cuba, José Ángel Portal, en la televisión estatal, obedece a la «seguridad e inmunogenicidad» que habían demostrado las dosis y a la «compleja situación epidemiológica del país».

«El Ministerio de Salud Pública ha decidido aprobar esta intervención sanitaria, en grupos y territorios de riesgo, de carácter temporal hasta el autorizo del Cecmed (la autoridad reguladora de medicamentos en Cuba) para el uso masivo, basada en principios éticos y la absoluta voluntariedad de los sujetos participantes», dijo el titular.

Cuba, que mantuvo un control del virus al inicio de la pandemia, en los últimos meses enfrenta una notable escalada de casos y muertes. Según Portal, la actual inoculación masiva que realizan tendría «más beneficios que riesgos» por lo que la disminución de casos permitiría «un retorno gradual a las actividades sociales y económicas en todo el territorio nacional».

Por ahora, aunque la población cubana sigue transitando por etapas que pueden demostrar o no la afectividad de dichos candidatos vacunales, esto no ha impedido que países como Venezuela, e incluso Argentina, muestren interés en comprar los mismos.

Leer más

Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí