Dudar del talento de los músicos cubanos es casi impensable. Son muchas la muestra de sus dotes artísticas no solo en la Isla sino también en varias partes del mundo… Y Sheila del Bosque Fuentes es una de ellas.
Nacida en La Habana, y con solo 24 años, esta joven cubana es una de las flautistas jóvenes más talentosas en la Isla, graduada con los más altos honores del reconocido Instituto Superior de Arte (ISA).
Su talento ha sido escuchado en muchos lugares del mundo compartiendo su música con afamados intérpretes y mostrando la valía de su arte, y sobre todo la pasión que late en su corazón
Con ella conversa hoy TODOCUBAONLINE:
Cómo nace tu vocación por el instrumento.
Yo comencé a estudiar música a los 10 años en la Escuela Elemental “Alejandro García Caturla” y mientras muchos niños jugaban, yo sentía la responsabilidad y el compromiso de estar empezando una carrera para toda la vida. Lo sentí así, desde el inicio, siempre me lo tomé bastante en serio, además de que el rigor de los profesores y un poco el de mis padres te lo hacía sentir también. Aquello no era cosa de broma.
Ahora, respecto a la flauta no fue una vocación desde niña, la elegí casi por azar. Mi vocación era el arte; luego, la música y la flauta no fueron más que medios a través de los cuales yo podía expresarme de una manera, y un lenguaje que me era totalmente cercano.
En mi nivel elemental formé las bases de la sensibilidad musical ante la vida, conté con increíbles profesores, amigos y, por supuesto, el apoyo incondicional de mi familia.
Luego paso al Conservatorio “Amadeo Roldán”, y allí hice doble carrera durante cuatro años: Flauta y Teórica y, finalmente, ingreso en el ISA, lugar en el que pasé mis últimos años de estudio en Cuba.
Cómo fueron tus años en la orquesta del Lyceum mozartiano de la habana
Mis años en la orquesta los recuerdo con mucha satisfacción musical y hasta con cierta melancolía. Aprendí muchísimo acerca del arte de tocar en una orquesta, de trabajar, sentir y escuchar en grupo. La música orquestal no es más que música de cámara llevada a gran escala. Tener la oportunidad de tocar con esos excelentes músicos y a la vez amigos, bajo la conducción de José Antonio Méndez (cariñosamente, Pepito) y tocar desde las grandes sinfonías y conciertos hasta música cubana y contemporánea, fue algo trascendental en mi formación.
Fuiste la única flautista cubana seleccionada como miembro de la Cuban European Youth academy, Como recibiste esa noticia y qué significó para ti
Bueno, tuve la oportunidad de ser seleccionada por dos veces consecutivas para este evento. El CuE es un proyecto que reúne jóvenes talentosos provenientes de diferentes partes del mundo con el fin de crear una orquesta donde se mezclen programas de música clásica y cubana. Fue una de esas experiencias increíbles de intercambio musical y humano. En ambas ediciones (2015 y 2017) tocamos en escenarios como el Kurhaus de Wiesbaden y el Konzert Haus de Berlin. Realizamos academias de música de cámara, clases individuales de instrumento, talleres de música antigua. Contamos con increíbles profesores miembros de la Balthasar Neumann Ensemble y directores como Thomas Hengelbrock y Duncan Ward. Tuvimos también la ocasión de intercambiar con algunos músicos de la Orquesta Filarmónica de Berlín y de escuchar un ensayo en vivo; todo, en parte, gracias a Sara Wills (primera cornista de la filarmónica).
Desde 2012 comenzaste a trabajar con la compañía cubana de danza Havana Compas Dance, qué retos impuso ese trabajo para tu carrera como flautista y cómo equiparaste tu trabajo con el de la agrupación
Yo empecé a tocar con Habana Compas Dance siendo estudiante del conservatorio, tendría yo unos 17 años. Fue el primer acercamiento de manera profesional que tuve con la música popular, pues todo el sistema de enseñanza en Cuba está basado en la escuela “clásica”. Esto me permitió abrir un poco mi abanico musical y significó un reto personal y profesional. Allí aprendí sobre los procesos en la creación y ejecución de música para danza, de conceptos de escenario, proyección escénica. Interpretábamos desde un son, hasta un guaguancó, también algo de latin Jazz, o una bulería y un tanguillo, y es que Habana Compas tiene muy marcado el concepto de fusión en su sello artístico. Tuve además la oportunidad de compartir escenario con muy buenos músicos, tocar en los principales festivales y espacios de Cuba, e ir de gira por países como Corea del Sur, México y Estados Unidos.
Has actuado en diferentes escenarios del mundo e incluso para personalidades como Usher, los Rolling Stones , Bon Jovi y otros .. Qué representa para ti llevar no solo tu música sino el talento cubano a tantos lugares del mundo.
Recuerdo, de hecho, la primera vez que viajé. Fue con la compañía Habana Compas Dance y estuvimos en Corea del Sur, invitados al primer festival de la cultura cubana en Seúl y justo allí me di cuenta de dos grandes verdades: uno carga con lo que es a cualquier lugar que va y las personas, a pesar de las diferencias culturales, siempre comparten una misma esencia que trasciende esas divergencias. Así que cuando viajé o toqué con o para otros músicos siempre lo vi como un intercambio de lo que yo era y de lo que eran ellos. Lo único que importaba era compartir esas esencias, esas experiencias musicales, culturales y de vida diferentes. Siempre lo vi como un proceso de aprendizaje, de llenarme siempre de todo lo que veía y de todo lo que escuchaba.
Actualmente estudias en Berklee College of Music un importante y prestigioso instituto de música. Qué ha representado esta oportunidad para ti.
Este proyecto ha sido, creo, la más grande aventura de mi vida. Parecía algo irreal, totalmente imposible y gracias al apoyo de un montón de gente pude lograrlo. Actualmente estoy estudiando gracias a una beca que me ofreció Berklee de full tuition, o sea matrícula completamente cubierta y ha sido una oportuniad realmente única. Yo venía un poco con el background de la música clásica y la música popular cubana y aquí me he enfrentado a otro mundo diferente, el mundo del jazz y el hecho de encontrar en un mismo lugar tanta diversidad. En Berklee te puedes encontrar a músicos de muchísimos países y la oportunidad de enriquecerse con sus experiencias, de tocar juntos, de ver su manera de hacer las cosas, de pensar la música y, a su vez, mostrarles lo que tienes tú para ofrecer, es el medio perfecto para poder crecer como artista.
Además de estas oportunidades de estudio… ¿Qué otros trabajos proyectos estás realizando?
Ahora me encuentro en proyectos de experimentar y mezclar un poco la música cubana, sobre todo la afrocubana con otros géneros de la música clásica, tratando de beber de todas las fuentes que puedo y mezclándolas para obtener resultados interesantes. Estoy ahora también trabajando en un blog con la idea de hacer una serie de entrevistas a flautistas cubanos reconocidos. La primera publicación debe salir en par de semanas y tendrá en su punto de mira a la maestra Niurka González.
En tus 24 años has logrado grandes reconocimientos y oportunidades tanto personal como profesionalmente. ¿Cuál es el principal motor impulsor de lo que haces?
Te mencionaría dos, el amor por la música y el deseo constante de descubrir nuevos mundos.
Cuáles sueños te quedan por alcanzar todavía
Yo siempre siento que lo que hago y he hecho es poco. Una de las carreras que estudiaré en Berklee es Film Scoring, o sea, composición para cine, TV y todo lo que sea básicamente música para imagen. Uno de mis grandes sueños es hacer música para películas, hacer mi primer disco, mi primer libro de método para flauta, jaja; en fin, todavía me faltan muchas primeras cosas.
