La prensa estatal en Cuba, divulgó recientemente que el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), monitoreaba la actividad que se reporta al norte de República Dominicana, causada por un sistema de fallas activas capaces de alterar el ciclo de la marea, que podría desencadenar en un tsunami de mediana intensidad.
El vicedirector técnico del CENAIS, Enrique Diego Arango, refiriéndose al evento declaró en una entrevista a la televisión santiaguera, que el mareógrafo instalado en Baracoa mantiene un chequeo permanente de las oscilaciones del mar asociadas a esta anomalía que, de liberar mayor cantidad de energía, podría elevar altura de las olas y originar un tsunami en el litoral sur oriental.
La Estación Central y el Observatorio Geodinámico acoplados al mareógrafo en Baracoa, advertirán al Estado Mayor de la Defensa Civil ante la llegada de las olas, el tiempo de duración de la marejada y su eventual impacto, declaró el experto.
La noticia que produjo cierto temor entre los habitantes de las provincias más orientales del país, Santiago de Cuba y Guantánamo, territorios altamente afectados por la pandemia del coronavirus (Covid-19), fue retirada del portal digital deTele Turquino, al parecer, por pedido de las autoridades gubernamentales para evitar la preocupación entre los residentes de ambas provincias.
Según información de medios de difusión estatales de la isla, se han reportado 20 sismos perceptibles, de entre 3 y 4,4 grados en la escala de Richter, en La Española, la isla que comparten Haití y República Dominicana provocando 14 fallas geológicas que atraviesan el área de tierra firme y algunas zonas marinas y aun cuando no tienden a generar la energía necesaria para provocar un tsunami, pueden ser preámbulo de uno de gran envergadura.
La Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica explica que solo dos fallas podrían generar importantes movimientos telúricos: la de Enriquillo, que se extiende al sur sobre el mar Caribe y la Septentrional Oriente, que discurre por todo el norte de esa isla. Ramón Delanoy, director del Centro Nacional de Sismología (CNS) de este país explicó que “los temblores de tres grados son un fenómeno normal” y permiten que la corteza terrestre se “acomode y estabilice”.
Por su parte, Enrique Diego Arango, comunicó también que en el Caribe insular y continental se han registrado unos 30 tsunamis provocados fundamentalmente por derrumbes submarinos, terremotos y erupciones volcánicas y sobre la posibilidad de que alguno afecte a Cuba, el vicedirector técnico del CENAIS aseveró: «El peligro es real, a pesar de que no se reporte ninguno con daños de consideración para la Isla (…). La actividad sísmica de Puerto Rico y República Dominicana representa la principal amenaza».
