Los Leñadores no quieren hablar de mañana bajo ninguna circunstancia. Hoy es la palabra de orden en la novena oriental, enfrascada en la compleja tarea de remontar una desventaja de 2-3 frente a los Leones de Industriales, en la semifinal del clásico beisbolero cubano.
No se respira, en las filas tuneras, la agonía del equipo que está a punto de ser eliminado, más bien se percibe entusiasmo y muchos deseos de demostrar a toda Cuba que pueden superar la inspiración del conjunto más laureado en series nacionales.
En medio de esa exaltación, resalta la figura de Vladimir Baños Chacón, precisamente porque establece el imprescindible equilibrio. Mientras todos los Leñadores derrochan ímpetu y furia, el serpentinero pinareño pide calma, serenidad.