La agricultura, la ganadería, la producción industrial de alimentos y bebidas, entre otros temas fueron analizados recientemente por el nuevo mandatario cubano Miguel Díaz-Canel durante una reunión con agentes del Gobierno, informa el diario oficial Granma.
Los titulares de Agricultura, Industria Alimentaria y el viceministro de Energía y Minas fueron quienes encabezaron el encuentro junto al presidente del consejo de Estado y Ministros.
Imágenes publicadas por Granma mostraron que en el encuentro también participaron el primer vicepresidente, Salvador Valdés Mesa, y el comandante de la Revolución Ramiro Valdés, uno de los cinco vicepresidentes del Consejo de Estado.
Según el rotativo del Partido Comunista, Díaz-Canel se reifirió a “los altos precios de los productos agrícolas” tras escuchar los informes, situación que choca con los bajos salarios medios en el país, y achacó el problema “sobre todo a la especulación”.
“Hoy existe más producción que años atrás y los precios continúan elevados, tenemos que lograr una medida que controle esta situación con efectividad”, señaló Díaz-Canel, designado el pasado 19 de abril para sustituir a Raúl Castro en la jefatura del Gobierno.
Los funcionarios dijeron al gobernante que actualmente se intenta incrementar las cosechas de bajo riego y la producción de granos como el arroz y los frijoles. En ese orden Díaz-Canel propuso que se incluya en estos planes la producción de otras variedades leguminosas como el garbanzo.
Recordó las instrucciones de Raúl Castro en anteriores encuentros y pidió “no volver nunca más al estado de deterioro tecnológico” de las industrias productoras de alimentos en la Isla, entre ellas las plantas de leche, carne, conservas y harina de trigo, que hoy reciben inversiones para su renovación.
La deficiente producción local de alimentos es uno de los problemas más importantes que afectan a los cubanos. Las medidas del Gobierno para intentar aumentar la producción han fracasado década tras década y el país registra en muchos renglones volúmenes inferiores a los que se producían antes del triunfo de la Revolución, a pesar de que la población es mayor, dice Diario de Cuba.
Cuba gasta unos 2.500 millones de dólares al año en importación de comida. Los problemas de impago a los proveedores por falta de liquidez causan constante desabastecimiento.
Con información de Granma y Periódico Cubano