La mayoría de los cubanos rechaza los obstáculos del Estado a su progreso económico individual, considera que los servicios sociales que recibe (salud y educación) son entre regular y muy deficientes, y cree que no puede decir lo que piensa sin temor a represalias ni tiene suficiente acceso a internet.
Asimismo, un alto porciento de los cubanos no sabe posicionarse sobre cuestiones políticas, como el artículo de la Constitución que declara irrevocable el socialismo. Sin embargo, la mayoría cree que debe permitirse la existencia de otros partidos políticos y que la elección del presidente del país debería ser directa.
Este es parte del retrato de la sociedad cubana que ha arrojado una encuesta realizada por el proyecto CubaData, con la participación de un equipo de académicos de Cuba, México y Venezuela, y el apoyo de DIARIO DE CUBA.
El sondeo de 22 preguntas, aplicado entre el 4 y el 11 de junio de 2018 a 2.287 personas de diferentes provincias, es probablemente el mayor estudio demoscópico independiente realizado en la Isla desde el triunfo de la Revolución de 1959. Se trata de un esfuerzo inédito en el ámbito cubano por su alcance y enfoque, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y la participación de especialistas.
Los expertos que lo acompañaron y analizaron son Armando Chaguaceda (Universidad de Guanajuato), Elaine Acosta (Universidad Internacional de la Florida), Juan Manuel Trak (Universidad Católica Andrés Bello) y Rodrigo Salazar-Elena (FLACSO México).
Según explican, han procurado identificar las aspiraciones de los cubanos ante la «reciente coyuntura de cambio de Gobierno», así como medir sus percepciones y evaluaciones en varios terrenos: derechos económicos, efectividad de las reformas, institucionalidad política, libertades y funcionamiento de los servicios sociales.
Los encuestados son usuarios de aplicaciones móviles con perfiles verificables y acceso al correo electrónico, que accedieron a responder voluntariamente a través de la herramienta online de CubaData.
Los resultados, recogidos en el documento Cuba: explorando la opinión ciudadana bajo el gobierno de Díaz-Canel, muestran una sociedad diversa, que no admite lecturas monocromáticas.
Derechos económicos y servicios sociales
Entre los aspectos más relevantes de los resultados destaca el desacuerdo de los encuestados con la limitación de sus derechos económicos y laborales.
Un 53,8% cree que las empresas extranjeras presentes en la Isla deberían poder contratar trabajadores cubanos de forma directa e independiente del Estado. Solo un 9,4% entiende que el procedimiento debe ser realizado únicamente a través de la Agencia Empleadora estatal y el resto opina que puede ser de las dos maneras.
Para los expertos que analizaron los resultados, esta postura «deja en evidencia la oposición hacia la legislación cubana al respecto, considerada más restrictiva que la china, por ejemplo, al impedir la contratación y pago directo de trabajadores cubanos por las empresas foráneas».
Por otra parte, hay un rechazo contundente (del 90%) a que el Gobierno mantenga el monopolio de la importación y la exportación de productos. Un 63,2% se inclina por que tanto el Estado como los ciudadanos puedan hacerlo en igualdad de condiciones, y solo un 10% por que el Estado controle esas operaciones en solitario.
Un 87,6% cree que los cubanos profesionales deberían poder establecer negocios y empresas dentro de sus profesiones, y un 77,1% está a favor de que se elimine la dualidad monetaria.
En el ámbito de los servicios sociales, hay una percepción generalizada de deterioro y confesiones que ponen en duda la «gratuidad».
Un 62,9% piensa que la salud pública cubana no es buena, calificándola de «regular» (33,3%), «deficiente» (18,9%) y «muy deficiente» (10,7%), mientras un 61,7% admite que ha tenido que pagar o hacer regalos al menos una vez a un médico para ser atendido o para acceder a una consulta con mayor rapidez.
En cuanto a la educación, un 64,7% opina que la calidad es «regular» (35,4%), «deficiente» (18,6%) o «muy deficiente» (10,7%).
La dimensión política
En la dimensión política, el estudio constata aspiraciones de pluralismo y participación directa. Los expertos destacan, sin embargo, un número elevado de entrevistados que responde «no sé» a las preguntas y los califican de «apáticos aparentes».
«Dado el contexto autoritario en el que se realizó la encuesta, es probable que un número importante de quienes dicen no saber deciden ocultar sus preferencias por miedo a las posibles represalias de las que pudieran ser objeto al contestar de manera sincera», explican.
En este sentido, un 38,2% de los encuestados «no sabe» si el artículo de la Constitución que establece la irrevocabilidad del socialismo debe ser eliminado, mientras un 34,8% piensa que sí y un 27% que no.
Un 28% dice no saber si deben permitirse otros partidos políticos además del comunista. No obstante, un 45,7% cree que sí deben existir y un 25,4% está en contra.
Sobre la elección del presidente, una amplia mayoría del 61,5% (seis de cada diez entrevistados) opina que debe ser directa, un 21,6% dice no saber y un 17% se opone.
En todo caso, las tendencias contrastan con el contenido del proyecto de reforma constitucional aprobado hace una semana por la Asamblea Nacional del Poder Popular, que mantiene la prohibición del pluripartidismo y la exclusión de los ciudadanos de la elección del presidente.
En el ámbito de la libertad de expresión e información, el estudio muestra la desconfianza de la mayoría de los entrevistados hacia lo que publica la prensa oficial y la percepción de restricción de la libertad de opinión.
Un 57% no cree que los medios estatales reflejen fielmente la realidad y un 58,9% descarta que muestren la diversidad de opiniones presente en la sociedad.
Además, un 65,6% no cree que los cubanos puedan decir lo que piensan en lugares públicos, foros o medios de comunicación sin temor a represalias, y un 84,4% opina que los habitantes de la Isla no tienen suficiente acceso a internet.
Pesimismo sobre el futuro
El sondeo indagó también sobre las mayores preocupaciones de los cubanos. En este caso, los entrevistados dan prioridad a los ingresos (26,6%), la alimentación (21,2%) y los servicios públicos (13,9%).
En cuanto al futuro bajo el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, los encuestados muestran una opinión pesimista. Un 46% opina que el mandatario tiene pocas posibilidades de lograr cambios. Un 40% cree que las condiciones en Cuba se mantendrán iguales y un 20% que la situación empeorará. Un minoritario 23,8% piensa que el país puede experimentar una mejoría leve.
El estudio revela «una sociedad que demanda más espacio para la iniciativa privada, una revisión de la política social vigente y un cierre de la brecha entre las dinámicas expectativas personales y la rígida agenda estatal», señalaron los expertos en su análisis de los resultados.
«Dentro de un contexto claramente restrictivo a la investigación, información y comunicación autónomas, trabajos como este permiten identificar tendencias no tan visibles en relación con los posicionamientos sociopolíticos de la población cubana, aparentemente monolítica», advirtieron.
Destacaron «los nexos entre las demandas de reforma económica y cambios políticos», y «las disímiles expectativas existentes» acerca de las capacidades de Miguel Díaz-Canel «para encauzar la nación por rutas impostergables de desarrollo sostenible e incluyente».
Con información de DC