Los cubanos somos hábiles elaborando preguntas y disfrutamos demasiado tener una respuesta para cada una de ellas.
Ningún “cubaniche” se queda callado a la hora de la verdad. Cada vez que somos cuestionados, aparece algo que alegar o expresar. Incluso desde pequeños, ya nos regañan por opinar en conversaciones de adultos o “sonamos” una buena respuesta a ciertas preguntas que los más grades deciden pícaros hacer.
También el humor criollo incide notablemente. Ser dicharacheros, ingeniosos y estrepitosos contribuye a que formulemos réplicas un tanto “inteligentes”. En la Isla, conviven entre nosotros algunas interrogantes que sólo un cubano sabe cómo responder. Por ejemplo, si le dijéramos a un mexicano: ¿qué toman todos los negros? Seguro que el amigo foráneo no sabrá qué contestar.
Pero si le toca a un antillano responder, este te dirá sin dudas: “café”. Y es que desde que nacemos, escuchamos estas interrogaciones a menudo, cuyas respuestas vamos incorporando progresivamente.
Todo Cuba Online te comparte algunas de ellas a continuación:
- ¿A qué hora mataron a Lola? R/ A las 3 de la tarde.
- ¿Por qué cogió candela el cuarto de Tula? R/Ella se quedó dormida y no apagó la vela.
- ¿Qué es lo que quiere Pastora? R/ Su reloj.
- ¿Cuidado con quién? R/ Con el perro que muerde callao’.
- ¿Para dónde iba Genaro cuando lo tumbó la mula? R/Para el suelo.
- ¿Quién está como nunca? R/ Antolín El Pichón.
- ¿A quién le gusta que baile Marieta? R/ A ti.
- ¿Qué gana no le da al cubano? R/ La americana.
- ¿Hasta cuándo? R/Hasta que se seque el malecón.
- ¿Hasta el piso como quién? R/ Como Pablito FG.
- ¿Qué te da lo mismo? R/ Chícharo que limonada.
- ¿De qué color eran las lágrimas? R/ Negras.
- ¿Cuántas y para quién las gardenias? R/ Dos para ti.
- ¿De qué color era el unicornio que se perdió ayer? R/Azul.
- ¿Cómo deben ser las cosas para que se te den? R/ En silencio.
Si te sabes más, no dudes en decirnos.