Los cubanos muchas veces subestimamos lo que hacemos o lo que ya tenemos. Ejemplo claro son las maravillas con que cuenta Cuba. Quizás por desconocimiento, ignoramos lo que hemos sido capaces de construir, edificar y forjar.
Denominadas las siete maravillas de la ingeniaría civil cubana, estas estructuras figuran en nuestros días y fueron seleccionadas en 1997 por los miembros de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, entre las 37 clasificadas para la final.
Por si no te acuerdas o no las conoces, Todo Cuba Online decide hacer alusión a ellas por su gran valor dentro de la ingeniería civil cubana:
Acueducto de Albear: La más antigua, diseñada por Francisco de Albear, que comenzó a prestar servicios en 1893 y todavía en la actualidad suministra casi el 20 por ciento del agua que consume La Habana, con una entrega de 144 mil metros cúbicos diarios.
Túnel del Alcantarillado de La Habana: En abril de 1912 se construyó Túnel del Alcantarillado de La Habana, diseñado para evacuar de la urbe las aguas albañales por gravedad y por debajo de la bahía.
Carretera Central: Hacia 1931 los mil 139 kilómetros de la Carretera Central – desde occidente a oriente de la Isla -, constituyeron factor imprescindible para el desarrollo económico y social del país.
Edificio FOCSA: En 1956, el edificio FOCSA -construido de hormigón armado- fue uno de los más importantes de su época con 39 niveles y una altura de 121 metros sobre el nivel de la calle. Las cifras eran significativas, con facilidades de estacionamiento soterrado para 500 vehículos, 375 apartamentos, centros comerciales y piscina.
Túnel de La Habana: En 1958, la capital ganó rapidez en su acceso hacia el este con la entrada en operaciones del Túnel de la Bahía de La Habana, obra que necesitó del empleo de técnicas novedosas para su tiempo a nivel mundial y que facilita el cruce por debajo de la rada capitalina.
Puente de Bacunayagua: con altura de hasta 110 metros y donde por vez primera se utilizaron en el país el hormigón estructural y el acero laminado para los semiarcos, además de contar con vigas cuyo peso oscila en torno a las 47 toneladas.
Viaducto de La Farola: De 1965 es el enlace entre Guantánamo y Baracoa con alturas que en ocasiones llegan a 450 metros sobre el nivel del mar y cuya ejecución en una formación geológica que no permite el uso de explosivos necesitó del empleo de los martillos neumáticos.