Resulta archiconocida, sobre todo para los cubanos en la Isla, la extensa rivalidad entre Fidel y los Estados Unidos, la cual definió seriamente una buena parte de su carrera política al frente de Cuba.
Sin embargo, lejos de su pugna con Washington que conllevó suficientes intentos de asesinato del líder cubano y la implantación del embargo/bloqueo, el Comandante en Jefe contaba con otros enemigos de gran calibre.
Todo Cuba Online decide mostrártelos:
Augusto Pinochet: En 1970 asciende al poder en Chile Salvador Allende, marxista y aliado del gobierno comunista de La Habana, cuando los mandatarios de la región se comportaban de forma hostil o indiferente hacia Fidel y su Revolución. De un día para otro, un golpe de estado perpetuado por Pinochet hace desaparecer a Allende del gobierno implantándose una dictadura militar que rechazaba cualquier vínculo con Cuba. Pinochet fue modelo de varios gobiernos del área que optaron por oponerse a la influencia del comunismo en sus países.
Rómulo Betancourt y la OEA en los años 60: Cuba sería separada de la Organización de Estados Americanos en 1962, quedando aislada diplomáticamente en los primeros años de gobierno de Fidel. Uno de los protagonistas del hecho fue en aquel momento el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, quien promovió la sanción y se opuso a Fidel. Durante su gobierno, Betancourt enfrentó la rebelión de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional acusando a Fidel de armar a los rebeldes.
Sudáfrica y el apartheid: Fidel envió las tropas cubanas al África en la década del 70 del siglo pasado como cruzada personal para destruir la discriminación racial y al imperialismo europeo en el área. En 1975, varios grupos intentaron ocupar el vacío de poder que dejaba el colonialismo en retirada. Fidel se oponía al apartheid, por lo que ordenó el envío de cerca de 36 mil soldados cubanos a Angola. La rivalidad entre Fidel y el apartheid en Sudáfrica tuvo un costo alto de vidas para los cubanos.
La derecha intelectual latinoamericana: Muchos simpatizantes de la Revolución cubana a sus inicios se transformaron en claros opositores de Fidel Castro, desempeñando un rol fundamental en el derrumbe de su imagen positiva en la región. Sucedió tras el encarcelamiento del poeta cubano Heberto Padilla quien comenzó a criticar el gobierno de Fidel. Escritores como Vargas Llosa condenaron la imagen del líder cubano tratando de derrumbar su imagen.