Fidel Castro, ícono del comunismo a nivel internacional y una de las figuras emblemáticas del siglo XX, fue un hombre realmente admirado y odiado a la vez, sobre todo por diversas administraciones norteamericanas que intentaron ponerlo fuera del juego.
Era febrero de 1959, cuando Fidel se convirtió en primer ministro de Cuba. Desde entonces, cuentan fuentes oficiales, ha sobrevivido a más de 600 intentos de asesinato.
Lo cierto es que esquivó cada uno de estos intentos como buen cubano y falleció recientemente producto de la avanzada edad y problemas de salud que ya venía afrontando.
Todo Cuba Online te recopila algunas de las formas más llamativas en las que se quiso acabar con su vida:
El traje envenenado: Fidel recibiría por parte del abogado estadounidense James B. Donovan, mientras negociaban la liberación de los prisioneros en bahía de Cochinos, un traje llenito de esporas y bacterias que producirían una grave enfermedad. El plan fue abortado cuando el letrado le obsequió otro diferente por iniciativa propia.
La dama asesina: Se dice que Fidel tuvo muchas novias. Una de ellas fue supuestamente contactada por la CIA para hacerle ingerir a Fidel cápsulas envenenadas. Las píldoras fueron introducidas en el dormitorio, pero las guardó en su pote de crema, estas se disolvieron y hubo que desistir del plan.
El tabaco explosivo y envenenado: El gusto de Fidel por fumar, hizo que la CIA empleara un tabaco con un explosivo que volaría su cabeza y otro con toxinas que lo aniquilarían al instante. Los planes fracasaron también.
Pluma-jeringa hipodérmica: La CIA equipó una pluma con una aguja hipodérmica tan fina que Fidel no podría darse cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un potentísimo veneno. Como ya debe suponerse, el plan falló.
El pañuelo: En su afán de terminar con la vida del dirigente cubano, la CIA intentó hacerle llegar un pañuelo cargado de bacterias mortales y toxinas.
El batido: Por poco Fidel se bebe un batido envenenado en 1963. Todo salió mal cuando la pastilla que debía mezclarse con el batido quedó pegada en la nevera del hotel donde estaba Fidel. Cuando la persona que serviría el batido quiso despegarla, la cápsula se abrió y el plan falló por consecuencia.