¿Quién no ha participado de un cumpleaños en Cuba? Esa celebración que hacemos a nuestros seres queridos y que en la Mayor de las Antillas hay que pasarse todo el año planificando.
En caso de festejos por los 15 años, tradición de los cubanos, habrá que ahorrar desde que nazca la o el bebé. Sí, estas celebraciones ya no son exclusivas de mujeres, pero esto es tema para otro material.
En todo caso, además de la actividad, los invitados esperan ansiosos el que sería el elemento más poderoso de la actividad: la cajita cubana.
Resulta un clásico en la Isla, la famosa cajita está presente en la mayoría de los festejos, sobre todo infantiles. Los más pequeños de casa se desesperan por ver lo que trae dentro mientras se les hace la boca agua.
La cajita trae comida como es lógico. Un cumpleaños sin alimentos en Cuba no se concibe a pesar de las dificultades económicas. Estas conllevan un huracán de sabores y mezclas que sólo saben hacer los cubanos.
Regularmente suelen llevar un pedazo de cake (el de la dulcería, las madres cubanas guardan el mejor para los familiares y vecinos allegados), dos croquetas como máximo, la ensalada fría y uno o dos panecitos con pasta casera. Otras traen caramelos, torticas u otras chucherías, dependiendo de la capacidad adquisitiva de la familia y de lo que se pueda “luchar”.
Luego de soplar las velas y cantar Feliz Cumpleaños al homenajeado u homenajeada, las cajitas son repartidas (una por persona, ya vienen contadas). Siempre vienen acompañadas de alguna bebida como refresco de los más disímiles sabores.
Para elaborarlas habrá que “dar ruedas” buscando el material y los elementos que estarán dentro. Para ello la noche anterior habrá que armarlas en equipo familiar.
Las cajitas representan también la esencia y alegría de un cumpleaños cubano. La diversión de los más pequeños al saborear el cake o embarrarse mutuamente de merengue no tienen comparación. Si eres criollo, sabrás de lo que aquí Todo Cuba Online te cuenta.