Las frutas tropicales se encuentran en las zonas de clima tropical o subtropical, como es el caso de Cuba. Estas tienen en común no soportar el frío y poder ser dañadas o tener trastornos en el desarrollo cuando la temperatura cae por debajo de 4 °C.
Cuando Cristóbal Colón arribó a la Isla, se preocupó por trasladar a las nuevas tierras descubiertas diversas variedades frutales que hoy exhiben producciones considerables.
La realidad ha demostrado el triunfo de la intuición del Almirante. Las frutas tropicales aparecen hoy entre las más codiciadas del mundo por sus inigualables sabores, su olor, alto contenido nutritivo y empleo de algunas en industrias dedicadas a la alimentación, cosmetología y farmacología.
Todo Cuba Online te muestra algunas de las frutas que el cubano prefiere por encima de otras. Se desespera por conseguirlas:
Guayaba: Fruta de forma y tamaño variados, piel lisa y cérea. Color de la pulpa puede ser blanco, amarillo, rosado o rojo, con sabor y textura variada, y olor característico. El sabor varía desde dulce, ácido y muy ácido, en pocos casos insípido. El número de semilla oscila y puede alcanzar hasta 500. Existen variedades de guayaba, pero la más conocida son la cotorrera y la del Perú.
Mango: Mango, también conocido como «melocotón de los trópicos», es una de las frutas más importantes de la familia de las Anacardiáceas y pertenecen al género Mangifera. Es considerado como uno de los principales frutos tropicales y más finos que existen. Su jugo es delicioso.
Mamey: El mamey se cultiva más que nada por su fruta, la cual tiene una pulpa carnosa firme y de color anaranjado, cubierta por una cáscara correosa de color pardo. Su sabor ha sido comparado al del albaricoque. Todas las partes del mamey tienen propiedades insecticidas y pueden ser perjudiciales a la salud si se ingieren en cantidades grandes y de manera regular.
Tamarindo: La pulpa de la fruta se utiliza como condimento tanto en Asia como en Latinoamérica. De hecho, el tamarindo se encuentra disponible en tiendas hindúes, chinas y mexicanas por todo el mundo. La pulpa de un fruto joven es muy ácida, y por lo tanto recomendable para muchos platos, mientras que los frutos maduros son más dulces y pueden ser utilizados en postres, bebidas o como aperitivo. Los cubanos disfrutan de juguitos bien fríos en pleno agosto.