Cuba es el segundo país con el índice más bajo de Pobreza Multidimensional entre 105 evaluados, de acuerdo con el Ministerio de Economía y Planificación en su cuenta oficial en Twitter.
Se trata de un identificador de carencias a nivel de los hogares y las personas en los ámbitos de la salud, la educación y el nivel de vida, a juzgar por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
«Esa posición ratifica el compromiso y la voluntad de las autoridades y gobierno en el cumplimiento del primero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por Naciones Unidas de poner fin a la pobreza para 2030», se lee en el diario Granma.
Naciones Unidas explica que «el objetivo es que para ese año se pueda asegurar que todos los hombres y mujeres tengan los mismos derechos al aprovechamiento de los recursos económicos».
Además, poder acceder a los servicios básicos, el control de la tierra y otras formas de propiedad, los recursos naturales y nuevas tecnologías, entre otros.
Las reacciones no han demorado. «Esto es para morirse de la risa. El segundo país con mas pobreza después de Venezuela, porque en Haití se vive mejor que en Cuba», escribió una usuaria llamada Claudia.
Aldo pidió al periódico que «por favor, no saquen artículos como este. No es bueno mentir al pueblo», en tanto a otra usuaria, Maritza, le gustaría ver la lista: «debieron publicarla. Así veríamos qué país está en el número 1 y cuáles en el resto… Claro que estaría muy divertido el repaso a esa lista», ironizó.
Cuba atraviesa una crisis económica sin precedentes, agravada, según el gobierno, por el último mandato de Donald Trump, que dejó un legado de 240 medidas para recrudecer el bloqueo económico.
Algunos analistas insisten en considerar esta crisis como la peor desde la ocurrida en los años 90 tras el histórico derrumbe de la URSS.
Otros, no pocos, consideran que antes de la llegada de la pandemia a la isla en marzo del año pasado, el gobierno cubano explicaba que la situación era “coyuntural”, sin embargo es «estructural».
La puesta en marcha del tan anunciado Ordenamiento monetario ha provocado reacciones encendidas en todos los ámbitos, acompañado de la peor escasez jamás vista y la expresa dolarización de la economía vista en la venta de productos básicos en monedas extranjeras.