Estados Unidos, país anfitrión de la Cumbre de presidentes de América, acontecida en Los Ángeles, está comprometido con otorgar más de 300 millones de dólares para ayudar a los países que acojan más migrantes o refugiados.
Costa Rica ha sido una de las naciones que, según acuerdo surgido durante la cita, retomará el programa para que algunos extranjeros, entre ellos cubanos, se establezcan en su territorio y no continúen hacia el país norteamericano, además del compromiso de conjunto con otros países dirigido a incrementar las deportaciones de migrantes.
Naciones como Belice y Colombia, por ejemplo, asumirán la misma responsabilidad, todo ello si Estados Unidos cumple con el financiamiento prometido.
Costa Rica extenderá protecciones legales para cubanos, nicaragüenses y venezolanos, informó la prensa que cubrió el evento, que llegaron a su territorio antes de marzo de 2020. Los acogidos podrán asentarse de manera legal en el país, trabajar y vivir.
Belice preciso que legalizará a los migrantes centroamericanos y caribeños que quieran quedarse en su territorio, una práctica que ya siguen los presidentes de Colombia y Ecuador que tienen en sus países más de seis millones de venezolanos.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció la semana pasada un estatus temporal para los más de 500 mil venezolanos que seguían ilegales en su país. “Quisiera resaltar que el fenómeno migratorio es significativo y demanda acciones conjuntas bajo el principio de responsabilidad compartida y diferenciada entre países de la región”, señaló Lasso.
De los países participantes en la Cumbre de las Américas, firmaron el acuerdo: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Perú y Estados Unidos. También participan Argentina, Barbados, Belice, Jamaica, Paraguay y Uruguay.
